Ella vivía en el bosque en una casa cerca del lago de los doce cisnes.
Al encontrarse los enamorados, ambos se demostraron su amor con abrazos y besos. Se sentaron a la orilla de lago y el joven le contó todo lo que le había ocurrido ese día, el viaje que haría. Sin mencionar el miedo que sentía y las ganas de dejar todo y huir.
Pero la muchacha lo conocía tan bien que no necesito que el caballero le contara lo que sentía para darse cuenta que su amado sentía temor.
La joven tomo su collar de oro que colgaba en su cuello y lo abrió para sacar de su interior una semilla de roble. Esa semilla se la había obsequiado la reina cuando ella le ayudaba a cuidar las rosas de sus jardines, ambas se querían como madre e hija.
La muchacha introdujo la semilla al collar y se la regalo al caballero para que lo ayudara a tomar una buena decisión y tomar el mejor camino. Ella quería que el collar estuviera cerca de su corazón para que siempre la recordara.
Le contó el gran significado de la semilla, esta representa la esperanza y confianza que nunca se debe perder y también representa el valor de cada persona.
Siempre se puede crecer y llegar a ser alguien mejor. Transformarse de una pequeña semilla a un gran árbol.
Al despedirse de alma continúo su camino. En el viaje observaba las montañas y los árboles y su mente venían ideas, pensaba en la diferencia entre la naturaleza y los hombres.
Hay una gran diferencia entre ambos, los árboles y todas las plantas en general crecen buscando la luz para hacer crecer sus raíces y no se preocupan de su futuro, no temen mostrar su magnifica belleza y creer lo que son, en cambio a los humanos nos cuesta aceptar lo que somos y mostrarnos en la realidad, estamos siempre pensando en el futuro y no nos preocupamos de crecer como persona.
Cuando iba llagando a la casa de manluz tuvo un gran pensamiento, la idea que todos tenemos de nosotros mismos podría ser una de las principales limitaciones que cada persona tiene.
Al encontrarse los enamorados, ambos se demostraron su amor con abrazos y besos. Se sentaron a la orilla de lago y el joven le contó todo lo que le había ocurrido ese día, el viaje que haría. Sin mencionar el miedo que sentía y las ganas de dejar todo y huir.
Pero la muchacha lo conocía tan bien que no necesito que el caballero le contara lo que sentía para darse cuenta que su amado sentía temor.
La joven tomo su collar de oro que colgaba en su cuello y lo abrió para sacar de su interior una semilla de roble. Esa semilla se la había obsequiado la reina cuando ella le ayudaba a cuidar las rosas de sus jardines, ambas se querían como madre e hija.
La muchacha introdujo la semilla al collar y se la regalo al caballero para que lo ayudara a tomar una buena decisión y tomar el mejor camino. Ella quería que el collar estuviera cerca de su corazón para que siempre la recordara.
Le contó el gran significado de la semilla, esta representa la esperanza y confianza que nunca se debe perder y también representa el valor de cada persona.
Siempre se puede crecer y llegar a ser alguien mejor. Transformarse de una pequeña semilla a un gran árbol.
Al despedirse de alma continúo su camino. En el viaje observaba las montañas y los árboles y su mente venían ideas, pensaba en la diferencia entre la naturaleza y los hombres.
Hay una gran diferencia entre ambos, los árboles y todas las plantas en general crecen buscando la luz para hacer crecer sus raíces y no se preocupan de su futuro, no temen mostrar su magnifica belleza y creer lo que son, en cambio a los humanos nos cuesta aceptar lo que somos y mostrarnos en la realidad, estamos siempre pensando en el futuro y no nos preocupamos de crecer como persona.
Cuando iba llagando a la casa de manluz tuvo un gran pensamiento, la idea que todos tenemos de nosotros mismos podría ser una de las principales limitaciones que cada persona tiene.
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